¿Una ciudad para ser felices? Esto dice un urbanista

El diseño urbano tiene una gran importancia para la calidad de vida de quienes habitan en las ciudades, ya que afecta su bienestar físico, salud, economía e incluso la cultura. ¿Pero puede el diseño urbano tener una influencia directa en nuestra felicidad?

Uno de los urbanistas que ha estudiado cómo el diseño urbano influye en nuestra felicidad es Charles Montgomery, autor del libro “Ciudad Feliz”. Según él, la clave para crear ciudades felices es fomentar la conexión social, la movilidad sostenible, el acceso a la naturaleza y la diversidad.

Vamos a conocer su interesante teoría y posteriormente determinar si sus ideas son originales y si se trata de una utopía.

La “ciudad feliz” según Charles Montgomery

En su libro «Happy City», publicado en 2013, Charles Montgomery explora la relación entre el diseño urbano y la felicidad de las personas.

Montgomery argumenta que la planificación urbana debe centrarse en la felicidad de las personas, y que una ciudad feliz es aquella que fomenta la interacción social, la actividad física, el acceso a la naturaleza y el transporte sostenible. Estas son las ideas principales del libro:

  • El diseño urbano influye en nuestra felicidad: Montgomery argumenta que el diseño urbano puede influir en la felicidad y bienestar, y que una ciudad bien diseñada puede mejorar la calidad de vida de las personas que la habitan.
  • El espacio público es importante: El libro sostiene que el espacio público es crucial para fomentar la interacción social y la actividad física, y que la planificación urbana debe priorizar la creación de espacios verdes y de encuentro social.
  • El transporte sostenible es clave: Montgomery argumenta que el transporte sostenible, como caminar, andar en bicicleta o el transporte público, puede mejorar la calidad de vida de las personas al reducir la congestión, la contaminación y los accidentes de tráfico.
  • La igualdad y la justicia social son importantes: El libro también aborda la importancia de abordar los problemas de desigualdad y exclusión social en las ciudades, y argumenta que el diseño urbano debe ser inclusivo y accesible para todos.
¿Una ciudad para ser felices? Esto dice un urbanista

Montgomery cree que las personas a menudo eligen vivir en lugares que les generan estrés, aislamiento y contaminación. También que el modelo de urbanización basado en el coche y la casa unifamiliar es ridículo y antiecológico.

Siguiendo este razonamiento las ciudades, según Montgomery, deberían ser más compactas, humanas y participativas, donde las personas puedan caminar, usar el transporte público o la bicicleta, y disfrutar de espacios públicos de calidad.

¿Son originales las ideas de Montgomery?

Las ideas de Montgomery no son del todo originales, ya que se basan en investigaciones previas de la psicología ambiental, la economía conductual y el urbanismo. También resuena el eco de la arquitectura soviética, donde se daba prioridad al espacio social colectivo.

Sin embargo, Charles Montgomery presenta las ideas de una forma accesible y convincente, y las ilustra con ejemplos de diferentes ciudades del mundo.

Algunos otros autores que han hablado sobre la relación entre el diseño urbano y la felicidad son: Jan Gehl en su libro “Ciudades para la gente” y “La humanización del espacio urbano”. También tiene similitudes con las ideas del exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, en su libro “La revolución de las ciudades”.

Más que una utopía

En cuanto a si la Ciudad Feliz es una utopía, es importante tener en cuenta que ninguna ciudad puede ser perfecta o completamente feliz para todos sus habitantes.

Sin embargo, la teoría de la Ciudad Feliz es una aspiración valiosa y necesaria, que nos invita a repensar cómo diseñamos nuestras ciudades y cómo estas pueden mejorar nuestra calidad de vida y bienestar.

En resumen, la “Ciudad Feliz” nos invita a repensar cómo diseñamos nuestras ciudades y cómo estas pueden influir en nuestra felicidad y bienestar.

Aunque esta teoría no es original, y ha recibido críticas, se trata de una idea valiosa y esperanzadora que puede inspirar cambios positivos en nuestras ciudades. Algo especialmente útil en el contexto de la sobrepoblación de las islas Baleares.